Mi Perspectiva
Es mucho lo que América Latina puede aprender de la China
Estuve recientemente en la ciudad de Pekín para participar en la Reunión Anual General de IATA y tuve la oportunidad de apreciar importantes similitudes entre nuestra creciente región y el gran dragón asiático, más bien despierto que dormido. Ya había tenido la oportunidad de visitar China en varias ocasiones, pero nunca antes me había sentido tan impresionado por la magnitud de las inversiones en su extensa y creciente infraestructura. Me costó creer la forma tan rápida y dramática en que han mejorado su industria de la aviación. En muchos casos, sus aeropuertos, aerolíneas y aeronaves ya rivalizan con los que tenemos en los Estados Unidos y Europa.
Aunque realmente no podemos comparar ni el tamaño ni el PIB de la China con el de Latinoamérica, las dos regiones tienen mucho en común, en particular en lo que respecta los índices de crecimiento del transporte aéreo y el potencial de mercado. En momentos en que la economía mundial intenta estabilizarse, el PIB de América Latina crece a mayor velocidad que el mundial, a una tasa anual promedio del 5 por ciento, mientras las previsiones son que la clase media en la región aumente del 75% en los próximos 20 años, según las proyecciones más recientes del estudio Airbus Global Market Forecast (GMF). Sin embrago, como bien señaló mi amigo Alex de Gunten, director ejecutivo de ALTA (Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo) en una entrevista al Flight Daily News, “existe una diferencia clave entre ambas regiones: a diferencia de China, en América Latina, nosotros no vemos apoyo por parte de los gobiernos en favor de la industria como se ve en aquel país en lo que respecta a infraestructura”.
América Latina podría aprender mucho de la China, en cuanto al manejo de la congestión del tráfico aéreo y de aeropuertos sobresaturados. Alex de Gunten agrega que, “en China el transporte aéreo realmente se ha llegado a ver como un motor del desarrollo, nuestra región tiene mucho que aprender. Lo que estamos viendo es más una serie de proyectos diseñados a modo de parches en vez de un pensamiento generalizado a largo plazo”.
De la misma forma en que la ALTA y la IATA buscan hacerlo, Airbus apoya todo esfuerzo para convencer a los gobiernos de la región de la importancia del transporte aéreo en el contexto del bienestar de la misma. Según nuestros datos más recientes en el GMF, la expectativa es que el tráfico aéreo latinoamericano crezca más del 6 por ciento anual en los siguientes 20 años. Esta cifra viene a ser la segunda tasa de crecimiento más alta del mundo, después del Oriente Medio y por delante incluso de la región del Asia Pacífico. En general, se espera que el tráfico en América Latina se triplique en los próximos 20 años. Y si bien es cierto que se trata de un buen problema a enfrentar, en comparación a los mercados más maduros y económicamente tambaleantes como los de Estados Unidos o Europa, es algo que nuestra región debe atender de inmediato, para así capitalizar el potencial de crecimiento que se plantea.
Ese crecimiento y potencial está bien representado en la más reciente consolidación aérea anunciada en la región. El año pasado nos tocó ver la integración de Avianca y Taca para nacer como AviancaTaca y ahora, más recientemente, LAN y TAM anunciaron su fusión para crear el nuevo grupo, LATAM Airlines Group. Me permito felicitarlos personalmente por este gran logro. Ahora las tres aerolíneas que formaron parte del histórico pedido conjunto en el año de 1998 (LAN, TACA y TAM) son protagonistas de fusiones que las han hecho más fuertes y que han transformado el sector de la aviación para siempre en nuestra querida región y aun más allá.
Con más de 30 años en la industria de la aviación, Rafael Alonso vicepresidente ejecutivo de Airbus para Clientes - América Latina y el Caribe, responsable de todas las actividades comerciales de Airbus y de las relaciones con clientes en más de 40 países.