Enfoque
El nuevo líder de ALTA explica las tendencias, desafíos y oportunidades de la aviación en la región
Luis Felipe de Oliveira es Director Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) desde noviembre de 2017. Airbus se ha reunido con el nuevo jefe de esta organización privada sin ánimo de lucro, para conocer sus desafíos, tendencias y las lecciones aprendidas en la industria actualmente.
1. ¿Qué es lo que más le sorprende de la región desde que está al frente de ALTA?
Cuando me uní a ALTA, me sorprendió ver el gran potencial que tenemos en la región. Latinoamérica y el Caribe tiene la flota más joven y eficiente del mundo. Más del 50 por ciento de los turistas llegan en avión a nuestros países —y aportan 167.000 millones de dólares al PIB de la región— y se espera que el tráfico de pasajeros se duplique en los próximos 10 años.
Por otro lado, los pasajeros de Latinoamérica y el Caribe vuelan anualmente un tercio de lo que lo hacen los europeos y un cuarto respecto a los estadounidenses. Pero ese es solo el menor de los problemas. Aún tenemos muchos desafíos que debemos superar.
Las infraestructuras aéreas y terrestres necesitan todavía una gran inversión para hacer frente al crecimiento; los impuestos y tasas aeroportuarias se encuentran entre los más altos del mundo; los marcos regulatorios difieren en cada país y la mayoría de las veces son incompatibles; y por si no tuviéramos bastante, el coste del combustible es uno de los más elevados del mundo.
2. ¿Cuál es el mayor reto que tiene la región actualmente y cómo piensa abordarlo?
Los elevados costes. Nuestra industria es muy sensible a los costes. La reducción de estos se traduce en tarifas más económicas, lo que incrementa, a su vez, las posibilidades de volar; y eso es lo que necesita precisamente nuestra región, dado su vasto territorio y su caprichosa orografía.
Por ejemplo, gracias a las concesiones y a la inversión privada, los aeropuertos son hoy mejores que hace 10 años. Sin embargo, este crecimiento viene con un coste muy alto, y los recursos generados por la aviación no se reinvierten en la industria. Los gobiernos continúan utilizando las concesiones aeroportuarias como fuente de ingresos y existen aeropuertos, como El Dorado (Bogotá), Lima y Santiago de Chile, que entregan alrededor del 46 %, 47 % y 76 % de sus ingresos brutos, respectivamente, a sus gobiernos. Esto limita la capacidad de la industria y desaprovecha todo su potencial para contribuir al progreso.
Estamos trabajando estrechamente con los gobiernos para elevar la conciencia de la contribución de la industria de la aviación al desarrollo económico y social a través del turismo, la creación de empleo y el fortalecimiento del PIB. Cuanto más favorable es la actitud de los gobiernos hacia la aviación, más eficiente es nuestro trabajo cooperativo para mejorar las condiciones de la industria.
Otro gran desafío es el coste tan elevado del combustible debido al monopolio del suministro. Los impuestos sobre el combustible son muy caros tanto para el mercado internacional como para el doméstico. Para abordar esto, nos estamos centrando en los costes de combustible e infraestructura desde México hasta Argentina, y también estamos abogando por que no se establezcan nuevos impuestos o tasas propuestos por parte de los gobiernos, aeropuertos y ANSP. El Comité de Combustible de ALTA se reúne con aerolíneas, proveedores, aeropuertos y gobiernos con el objetivo de identificar oportunidades para lograr una competencia eficiente, reducir los costes y aumentar la capacidad para satisfacer la creciente demanda.
Paralelamente, la seguridad es nuestra prioridad número uno. Trabajamos de forma estrecha con la IATA, la OACI, aeropuertos y gobiernos con el fin de mejorar los estándares de seguridad de la región.
3. Dada su experiencia en infraestructura de aeropuertos y combustible, ¿qué deben hacer los principales aeropuertos, como MEX, GRU y EZE, para lograr un mayor éxito como centros de conexión internacional?
Latinoamérica y el Caribe cubre más de 22 millones de kilómetros cuadrados —una extensión enorme—. Es necesario mejorar las infraestructuras para resolver el problema de la congestión aérea que están sufriendo muchos aeropuertos aún mal conectados.
El aeropuerto de Ciudad de México es una prioridad para el país. El nuevo aeropuerto es la solución a la alta congestión que sufre actualmente y promete aprovechar todo el potencial de Ciudad de México como centro de conexión internacional importante. Además, México está trabajando para liberar el acceso a los servicios de combustible, lo que ayudará a las aerolíneas que operan en este mercado a controlar los costes operativos y, en última instancia, impulsar la competitividad.
Respecto a Brasil, el país se está recuperando de una larga crisis económica, y el crecimiento económico podría agregar cierta presión sobre la infraestructura tanto de São Paulo como de los aeropuertos domésticos, dado el enorme mercado interno brasileño.
El caso de Argentina es similar. Tras años sin inversión, el aeropuerto de Buenos Aires está mejorando sus instalaciones. Sin embargo, podríamos verlo pronto al límite de su capacidad si no es capaz de renovarse al son del rápido crecimiento derivado de las nuevas aerolíneas que operan en el país.
Desde mi punto de vista, la privatización de los aeropuertos es una iniciativa positiva que alienta la competencia y, con una regulación eficiente, puede impulsar todo el potencial de estos tres hubs.
4. ¿Qué puede hacer Airbus, como fabricante de aviones, para ayudar?
Al ofrecer aviones modernos y con un bajo consumo de combustible, que brindan beneficios operacionales a las aerolíneas, Airbus es ya un socio clave para el éxito de la aviación en la región.
Pero, además, creo que Airbus puede desempeñar un papel muy importante en la promoción de combustibles alternativos y contribuir de esta manera a reducir la huella de carbono de la industria. Y en otro orden de cosas, nos gustaría contar con un modelo de financiación más competitivo para la adquisición de los aviones que la región necesita para lograr el máximo potencial de la aviación. ALTA estaría encantada de apoyar estos proyectos.
5. ¿Hay algo más que le gustaría compartir con los lectores de Noticias Airbus?
ALTA acaba de entrar en una nueva era. Al trasladar nuestra sede a Panamá, donde casi todos los países a los que atendemos están a solo un vuelo de distancia, estamos más cerca de nuestros grupos de interés y miembros, una muestra más de la importancia de la conectividad que defendemos.
La industria de la aviación impacta directamente en las economías. El rol principal de ALTA es apoyar el desarrollo de toda la cadena de valor de la industria del transporte aéreo en la región para beneficiar a países, fabricantes de aeronaves, aeropuertos, gobiernos, aerolíneas, proveedores y, lo más importante, a las comunidades que sirve el transporte aéreo.
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